Proyectos que nos ayudan a proteger el planeta
- "Cada día surgen nuevas propuestas de la mano de empresas y científicos para evolucionar en todos los aspectos de la vida. Uno de los ámbitos donde es necesario seguir invirtiendo es el medio ambiente, para apostar por un futuro limpio y verde"
La contaminación está creciendo a un ritmo imparable. Tres millones de muertes anuales por problemas respiratorios, según datos de la OMS, demuestran que la calidad del aire es cada vez peor debido a la cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos los seres humanos en nuestro día a día. 15,3 millones de árboles son talados y ocho millones de residuos plásticos llegan a los mares anualmente, reflejan estudios de revistas como Science o Nature. Desde la Unión europea esto es un aspecto que preocupa, por lo tanto han establecido el año 2030 como límite para conseguir reducir las emisiones en un 40% (desde el año 1990). Además, intentan que para ese mismo año haya un 27% de energías renovables en uso.
Para empezar a tomar conciencia sobre los daños que se causan se puede destacar cuánto ha aportado el agua durante la vida. Cuidar el agua es proteger a esas moléculas que fueron las responsables de empezar a generar vida en el planeta hace miles de millones de años. Su funcionalidad no sólo ayudó al surgimiento de la especie animal, sino que sigue siendo un componente de gran importancia para desarrollar proyectos que velan por el medio.
Sostenibilidad desde las grandes empresas
La importancia del agua es tal que su protección ha llegado al mundo empresarial, grandes empresas multinacionales, como es el caso de Coca-Cola, se han comprometido en protegerla a través de medidas ya implantadas. Entre ellas destacan restaurar cuencas hidrográficas, proporcionar agua para usos productivos y permitir un acceso seguro al agua. Estos esfuerzos para intentar concienciar a la sociedad sobre la escasez de los recursos hídricos han logrado que esta compañía haya podido reponer el 100% del agua que utiliza en sus productos, cinco años antes de lo previsto.
Pero no sólo es importante la gran masa acuática en el ámbito del medio ambiente. Desde la tierra se pueden tomar medidas como la plantación de alimentos ecológicos que nos ayudan a llevar una dieta equilibrada y a conservar el medio ambiente. Este tipo de cultivo, entre otras ventajas, produce menos dióxido de carbono, ayudando a reducir el efecto invernadero, evitando así la contaminación de la tierra, el agua y el aire.
Incluso una vez nos hemos ido seguimos siendo contaminantes para el medio. Los entierros llevan consigo la tala de árboles y la incineración produce gases contaminantes para el aire. Por ello, apostar por un entierro ecológico es una alternativa que va ganando cada vez más seguidores. Esta idea fue desarrollada por la francesa Margaux Ruyant, se trata de una urna, fabricada con materiales biodegradables, que en su parte superior contiene semillas, que serían alimentadas gracias a las cenizas del difunto en la parte inferior. A pesar de que este modus operandi también es contaminante, se recompensa finalmente con un nuevo ser vivo que posteriormente emitirá oxígeno y contribuirá positivamente en el medio.
El suelo no sólo sirve para la agricultura, desde los Países Bajos han impulsado el suelo sostenible. Instalado en una discoteca, es capaz de convertir la energía cinética de las personas, cuando pisan y bailan sobre él, en energía eléctrica. La fuerza generada es capaz de alimentar las luces y altavoces de esta discoteca. También están desarrollando proyectos para trasladar esta nueva forma de obtener energía ‘saludable’ a zonas peatonales concurridas, como estadios de fútbol, estaciones de tren o aeropuertos.
Transporte con energía limpia y sostenible
Sobre la carretera también se están planteando algunas medidas que intentan hacer un uso eficaz y sobre todo, eficiente, de los medios de transporte.
Goodyear está empezando a utilizar arroz para fabricar sus neumáticos. Utilizará la cáscara de arroz como sustituto del sílice, lo que además de ser mucho menos costoso, requiere menos energía durante su fabricación, reduce la cantidad de residuos, y provoca que sean más eficientes y duraderas las ruedas sobre el asfalto.
Y del suelo se pasa al cielo con un gran proyecto de dos investigadores que han convertido el mundo aéreo en algo mejor. Ya era difícil imaginar un gran avión sobrevolando nuestros cielos cuando los hermanos Wright consiguieron volar durante 59 segundos en el año 1903, pero, que ese gran pájaro se mueva con energía solar es casi igual de impensable en el siglo XXI. Un avión que dispone en sus alas de placas solares fue capaz de viajar de Nueva York a Sevilla en tres días y tres noches. El monoplaza conocido bajo el nombre de ‘Avión Solar Impulse’ consiguió cruzar el océano sin utilizar la tan contaminante energía fósil. Proyectos que nos demuestran que hasta lo más imposible se puede conseguir.
No sólo se modernizan ecológicamente los componentes de los vehículos, aviones u otros medios de transporte, sino que ya son muchas las empresas que están generando aplicaciones o webs para poder alquilar bicicletas, coches eléctricos, motos o turismos colectivos con el fin de generar menos impacto sobre el medio.
Todas estas iniciativas nos indican que vamos en la dirección correcta para conseguir finalmente vivir en un mundo limpio y mejor cuidado.
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